domingo, 9 de diciembre de 2012

UN EJERCICIO PARA APRENDER DEMOGRAFÍA Y DESARROLLAR LA COMPETENCIA LINGÜISTICA

¿Desde cuando creció la población de una forma muy rápida? ¿Qué es la densidad? ¿En qué zonas hay menos población? ¿por qué? ¿Eso está cambiando? ¿Cuáles son las zonas pobladas?Explica la causa de cada una de ellas ¿Qué es la tasa de natalidad? ¿Dónde es más elevada y por qué? ¿Qué es la tasa de mortalidad? ¿Dónde es más baja y por qué? ¿Qué es la esperanza de vida? ¿Dónde es más elevada? Vicente Camarasa

UN EJERCICIO PARA APRENDER DEMOGRAFÍA Y DESARROLLAR LA COMPETENCIA LINGÜISTICA 2

domingo, 7 de octubre de 2012


LOS BRONCES DE RIACE                                              
M. Jiménez

Los llamados “Bronces de Riace” son dos esculturas griegas fundidas en bronce, halladas en la costa occidental italiana, frente a la localidad de Riace, el día 16 de agosto del año 1972. Las circunstancias concretas del descubrimiento constan en la declaración que su descubridor, Stefano Mariottini, hizo ante el superintendente de la antigüedad de Calabria al día siguiente, en la que consta que, aproximadamente a 300 metros de la costa y unos 10 de profundidad, se descubrió  “un grupo de estatuas, presumiblemente en bronce”, añadiéndose que representan “figuras masculinas desnudas”.


Fig. 1: Comunicación del hallazgo al superintendente de la antigüedad de Calabria realizada al día siguiente de su descubrimiento

Tras su inmediata extracción, se procedió a una paciente restauración que se prolongó durante cinco años primero por técnicos del  Museo Nacional de la Magna Grecia y posteriormente por el taller florentino Offizio delle pietre dure, tras de lo cual fueron expuestas en Florencia y Roma, depositándose finalmente en el Museo de Reggio Calabria. Ello no obstante, a comienzos de los años noventa tuvieron que ser sometidas a una segunda intervención.

  
Fig. 2: Diversos momentos de la extracción del bronce A y de su restauración 

Especialmente en época clásica -siglos V y IV antes de Cristo-, los materiales preferidos por los escultores griegos fueron el mármol para la estatuaria monumental, la que decoraba las metopas, frisos y frontones de los templos, y el bronce para la escultura devocional y votiva, aunque sin obviar el uso del oro y el marfil (esculturas crisoelefantinas), así como el de otros metales preciosos. Mármol y bronce han sido  además determinantes de su respectiva conservación, siendo relativamente numerosos los ejemplos conservados del primero y escasos los del segundo, muchas veces fundidos para reutilizar el costosísimo bronce, de donde se infiere que el hallazgo de dos originales griegos es una circunstancia especialmente afortunada, tanto más si consideramos su gran calidad artística.
            Los bronces representan dos figuras masculinas desnudas, originalmente armadas con casco, escudo en su brazo izquierdo -cuyas abrazaderas conservan ambas- y lanza en el derecho, aunque probablemente se trataba de elementos postizos que las esculturas no portaban en el momento de su hundimiento. Semejantes a primera vista por su altura y desnudez heroica, son sin embargo muy diferentes cuando se analizan pormenorizadamente, por su edad, detalles y estilo, conociéndose uno y otro como Bronce A (el joven) y Bronce B (el viejo).
         El Bronce A corresponde a un guerrero joven representado en actitud de marcha, el pie izquierdo bien asentado en el suelo y el derecho ligeramente levantado. Lleva barba; la boca, ligeramente entreabierta, deja ver sus dientes superiores y una cinta en torno a la cabeza , que no es otra cosa que la banda de lana que el guerrero llevaba para que el casco de bronce no le molestara, disciplina los rizos de su larga cabellera. El brazo izquierdo se dobla en ángulo recto para sostener un escudo perdido, pero cuya abrazadera se conserva, en tanto que el derecho cae laxo a lo largo del cuerpo para sostener una lanza probablemente. Mide 1’98 metros de altura y su estado de conservación es magnífico, debiéndose señalar tan sólo la pérdida de las pupilas y un rizo en la parte izquierda de la cabeza, aparte del casco que llevaría en posición de levantado, escudo y lanza, ya comentados.

Figs. 3: Bronce A

El análisis estilístico permite situarlo en torno  a los años 460/450 a.C., esto es, a finales del llamado “Estilo Severo”, en las puertas mismas del Clasicismo de la segunda mitad de siglo, dada su recia complexión física, “más geométrica y estática” que en el bronce B, los poderosos hombros, prominentes músculos esternocleidomastoideos, costillas y abdominales muy marcados y cierta rigidez. La escultura fue fundida en varias partes, posteriormente soldadas, con la técnica de la “cera perdida”, cabeza, tronco y piernas, ambos brazos, manos, pies y, finalmente, pene y testículos; utilizándose plata para los dientes, cobre rojizo para los labios y las tetillas y marfil para las córneas. El espesor del bronce es de 8,5 mm y no presenta añadidos posteriores.
El Bronce B  alcanza 1’97 metros de altura y presenta mayores desperfectos, así la ausencia del ojo izquierdo y de la mitad del dedo índice de la mano derecha; un agujero en la parte posterior de la cabeza y otro más pequeño en el hueco poplíteo de la pierna derecha. Como en el caso del Bronce A, éste tampoco conserva el escudo, la lanza ni el casco corintio que llevaría encajado en el cráneo, fechándose entre los años 430/420 a.C, esto es, ya en pleno Clasicismo. Asimismo barbado y con la boca entreabierta, pero sin dejar ver los dientes, la forma de la cabeza sugiere claramente el añadido de un casco corintio; el brazo izquierdo, doblado  en ángulo recto para sostener un escudo cuya abrazadera o perpax conserva, es posible que originalmente    estuviera    en    una    posición diferente, dado que el antebrazo es un añadido soldado en fecha posterior a la realización de la escultura, lo que asimismo ocurre con el brazo izquierdo, recompuesto para asimilarlo al de su compañero, lo que sugiere una relación conceptual entre ambas esculturas que quizás no tuvieran en su origen. Las extremidades inferiores adoptan la típica posición del contraposto, descansando la figura su peso en una pierna y dejando libre la contraria, lo que flexibiliza toda su estructura morfológica. La escultura fue fundida asimismo con la técnica de la cera perdida en varias partes posteriormente soldadas, cabeza, torso y piernas, brazo izquierdo, pies y sexo, siendo como queda dicho dos añadidos de época posterior el brazo derecho y el antebrazo izquierdo, cuya aleación contiene mucho plomo a diferencia de lo que ocurre en todos los demás fragmentos, habiéndose utilizado cobre rojizo para los labios y las tetillas, marfil para la córnea y pasta vítrea para la pupila. El bronce tiene un espesor de 7’5 mm y su análisis estilístico revela una actitud más serena, con abdominales menos marcados y músculos esternocleidomastoideos asimismo más suaves; con la cabeza y la mirada prolongando el eje del cuerpo, se diría que la figura está en pleno dominio de sus pasiones, circunstancia en la que podemos reconocer los rasgos del pleno Clasicismo de la segunda mitad del siglo V a. C.

Fig. 4: Bronce B.

Apurada la descripción formal y técnica de ambas esculturas, los problemas sobre su autoría, destino e interpretación distan de estar resueltos. El propio museo propone como autores a Mirón en el caso del Bronce A, más antiguo, y a Alcamenes, un discípulo de Fidias, en el del Bronce B (hipótesis de Georghios Dontás); si bien caben otras propuestas como Pitágoras de Regio en ambos casos o el propio Fidias joven en el segundo, sin excluir la posibilidad de retrasar la fecha de ambas a época helenística como ha propuesto una investigadora americana. Con todo, la hipótesis más consistente por estar basada en consideraciones técnico-científicas y en un minucioso análisis de las fuentes históricas es la de Paolo Moreno para quien el llamado bronce A representaría a Tideo, un héroe etolio, hijo de Ares y protegido de Atenea; en tanto que el bronce B sería Anfiarao, el profeta guerrero que adivinó su propia muerte ante los muros de Tebas. Uno y otro habían participado en la mítica expedición de la ciudad de Argos contra Tebas que tan desastroso final tuvo, de ahí que se repitiera por los llamados Epígonos que la culminaron con éxito. Por Pausanias sabemos que en el ágora de Argos se levantaba un monumento a unos y otros con no menos de 15 figuras de las que bien pudieron formar parte los bronces de Riace. El mismo Moreno, tras los análisis realizados a la tierra de fundición encontrada en el interior de las estatuas, la del bronce B procedente de Atenas y la del bronce A de la llanura de Argos, sugiere que el autor del bronce B sería Alcamenes, un broncista procedente de Lemnos que consiguió la ciudadanía ateniense gracias a sus admiradas dotes artísticas, y el del bronce A, Ageladas de Argos, que sabemos había realizado diversas estatuas de atletas vencedores en los santuarios de Olimpia y Delfos.
Asimismo debe tenerse en cuenta la hipótesis de Daniele Castrizio que identifica los bronces con Eteocles y Polinices, cuyo autor será Pitágoras de Regio de quien Plinio el Viejo (Nat.His, XXXIV 59) dice que era capaz de representar como ningún otro los rizos de las barbas y los cabellos y por hacer respira las estatuas, así como representar perfectamente la anatomía de los vasos sanguíneos.

 Fig 9: Lugar del hallazgo y su relación con las principales colonias griegas en el sur de Italia y Sicilia.

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Daniele Castrizio, I Bronzi di Riace. Ipotesi ricostruttiva, 2000, Iriti, Reggio Calabria,




martes, 10 de abril de 2012

Exposición maquetas 1ºESO A/B

Hasta el 16 de abril se mantendrá la exposición
 de maquetas realizadas por los alumnos de
 1ºESO A/ B