domingo, 9 de diciembre de 2012
UN EJERCICIO PARA APRENDER DEMOGRAFÍA Y DESARROLLAR LA COMPETENCIA LINGÜISTICA
¿Desde cuando creció la población de una forma muy rápida?
¿Qué es la densidad?
¿En qué zonas hay menos población?
¿por qué?
¿Eso está cambiando?
¿Cuáles son las zonas pobladas?Explica la causa de cada una de ellas
¿Qué es la tasa de natalidad?
¿Dónde es más elevada y por qué?
¿Qué es la tasa de mortalidad? ¿Dónde es más baja y por qué?
¿Qué es la esperanza de vida? ¿Dónde es más elevada?
Vicente Camarasa
lunes, 19 de noviembre de 2012
domingo, 4 de noviembre de 2012
sábado, 27 de octubre de 2012
sábado, 20 de octubre de 2012
domingo, 7 de octubre de 2012
LOS BRONCES DE RIACE
M.
Jiménez
Los llamados “Bronces de Riace” son dos
esculturas griegas fundidas en bronce, halladas en la costa occidental
italiana, frente a la localidad de Riace, el día 16 de agosto del año 1972. Las
circunstancias concretas del descubrimiento constan en la declaración que su
descubridor, Stefano Mariottini, hizo ante el superintendente de la antigüedad
de Calabria al día siguiente, en la que consta que, aproximadamente a 300
metros de la costa y unos 10 de profundidad, se descubrió “un grupo de estatuas, presumiblemente en
bronce”, añadiéndose que representan “figuras masculinas desnudas”.
Fig. 1:
Comunicación del hallazgo al superintendente de la antigüedad de Calabria realizada
al día siguiente de su descubrimiento
Tras su inmediata extracción, se procedió a una
paciente restauración que se prolongó durante cinco años primero por técnicos
del Museo Nacional de la Magna Grecia y posteriormente por el taller florentino
Offizio delle pietre dure, tras de lo cual fueron expuestas en Florencia y
Roma, depositándose finalmente en el Museo de Reggio Calabria. Ello no
obstante, a comienzos de los años noventa tuvieron que ser sometidas a una
segunda intervención.
Fig. 2: Diversos
momentos de la extracción del bronce A y de su restauración
Especialmente en época clásica -siglos V y IV antes
de Cristo-, los materiales preferidos por los escultores griegos fueron el
mármol para la estatuaria monumental, la que decoraba las metopas, frisos y
frontones de los templos, y el bronce para la escultura devocional y votiva, aunque
sin obviar el uso del oro y el marfil (esculturas crisoelefantinas), así como
el de otros metales preciosos. Mármol y bronce han sido además determinantes de su respectiva
conservación, siendo relativamente numerosos los ejemplos conservados del
primero y escasos los del segundo, muchas veces fundidos para reutilizar el
costosísimo bronce, de donde se infiere que el hallazgo de dos originales
griegos es una circunstancia especialmente afortunada, tanto más si
consideramos su gran calidad artística.
Los bronces representan dos figuras
masculinas desnudas, originalmente armadas con casco, escudo en su brazo
izquierdo -cuyas abrazaderas conservan ambas- y lanza en el derecho, aunque
probablemente se trataba de elementos postizos que las esculturas no portaban
en el momento de su hundimiento. Semejantes a primera vista por su altura y
desnudez heroica, son sin embargo muy diferentes cuando se analizan
pormenorizadamente, por su edad, detalles y estilo, conociéndose uno y otro
como Bronce A (el joven) y Bronce B (el viejo).
El Bronce A corresponde a un guerrero joven
representado en actitud de marcha, el pie izquierdo bien asentado en el suelo y
el derecho ligeramente levantado. Lleva barba; la boca, ligeramente
entreabierta, deja ver sus dientes superiores y una cinta en torno a la cabeza
, que no es otra cosa que la banda de lana que el guerrero llevaba para que el
casco de bronce no le molestara, disciplina los rizos de su larga cabellera. El
brazo izquierdo se dobla en ángulo recto para sostener un escudo perdido, pero
cuya abrazadera se conserva, en tanto que el derecho cae laxo a lo largo del
cuerpo para sostener una lanza probablemente. Mide 1’98 metros de altura y su
estado de conservación es magnífico, debiéndose señalar tan sólo la pérdida de
las pupilas y un rizo en la parte izquierda de la cabeza, aparte del casco que
llevaría en posición de levantado, escudo y lanza, ya comentados.
Figs. 3: Bronce A
El análisis estilístico permite situarlo en
torno a los años 460/450 a.C., esto es,
a finales del llamado “Estilo Severo”, en las puertas mismas del Clasicismo de
la segunda mitad de siglo, dada su recia complexión física, “más geométrica y
estática” que en el bronce B, los poderosos hombros, prominentes músculos esternocleidomastoideos,
costillas y abdominales muy marcados y cierta rigidez. La escultura fue fundida
en varias partes, posteriormente soldadas, con la técnica de la “cera perdida”,
cabeza, tronco y piernas, ambos brazos, manos, pies y, finalmente, pene y
testículos; utilizándose plata para los dientes, cobre rojizo para los labios y
las tetillas y marfil para las córneas. El espesor del bronce es de 8,5 mm y no
presenta añadidos posteriores.
El Bronce B
alcanza 1’97 metros de altura y presenta mayores desperfectos, así la
ausencia del ojo izquierdo y de la mitad del dedo índice de la mano derecha; un
agujero en la parte posterior de la cabeza y otro más pequeño en el hueco
poplíteo de la pierna derecha. Como en el caso del Bronce A, éste tampoco
conserva el escudo, la lanza ni el casco corintio que llevaría encajado en el
cráneo, fechándose entre los años 430/420 a.C, esto es, ya en pleno Clasicismo.
Asimismo barbado y con la boca entreabierta, pero sin dejar ver los dientes, la
forma de la cabeza sugiere claramente el añadido de un casco corintio; el brazo
izquierdo, doblado en ángulo recto para
sostener un escudo cuya abrazadera o perpax conserva, es posible que
originalmente estuviera en
una posición diferente, dado que el antebrazo es un añadido
soldado en fecha posterior a la realización de la escultura, lo que asimismo
ocurre con el brazo izquierdo, recompuesto para asimilarlo al de su compañero,
lo que sugiere una relación conceptual entre ambas esculturas que quizás no
tuvieran en su origen. Las extremidades inferiores adoptan la típica posición
del contraposto, descansando la figura su peso en una pierna y dejando libre la
contraria, lo que flexibiliza toda su estructura morfológica. La escultura fue
fundida asimismo con la técnica de la cera perdida en varias partes
posteriormente soldadas, cabeza, torso y piernas, brazo izquierdo, pies y sexo,
siendo como queda dicho dos añadidos de época posterior el brazo derecho y el
antebrazo izquierdo, cuya aleación contiene mucho plomo a diferencia de lo que
ocurre en todos los demás fragmentos, habiéndose utilizado cobre rojizo para
los labios y las tetillas, marfil para la córnea y pasta vítrea para la pupila.
El bronce tiene un espesor de 7’5 mm y su análisis estilístico revela una
actitud más serena, con abdominales menos marcados y músculos
esternocleidomastoideos asimismo más suaves; con la cabeza y la mirada
prolongando el eje del cuerpo, se diría que la figura está en pleno dominio de
sus pasiones, circunstancia en la que podemos reconocer los rasgos del pleno
Clasicismo de la segunda mitad del siglo V a. C.
Fig. 4:
Bronce B.
Apurada la descripción formal y técnica de ambas
esculturas, los problemas sobre su autoría, destino e interpretación distan de
estar resueltos. El propio museo propone como autores a Mirón en el caso del
Bronce A, más antiguo, y a Alcamenes, un discípulo de Fidias, en el del Bronce
B (hipótesis de Georghios Dontás); si bien caben otras propuestas como Pitágoras
de Regio en ambos casos o el propio Fidias joven en el segundo, sin excluir la
posibilidad de retrasar la fecha de ambas a época helenística como ha propuesto
una investigadora americana. Con todo, la hipótesis más consistente por estar
basada en consideraciones técnico-científicas y en un minucioso análisis de las
fuentes históricas es la de Paolo Moreno para quien el llamado bronce A
representaría a Tideo, un héroe etolio, hijo de Ares y protegido de Atenea; en
tanto que el bronce B sería Anfiarao, el profeta guerrero que adivinó su propia
muerte ante los muros de Tebas. Uno y otro habían participado en la mítica
expedición de la ciudad de Argos contra Tebas que tan desastroso final tuvo, de
ahí que se repitiera por los llamados Epígonos que la culminaron con éxito. Por
Pausanias sabemos que en el ágora de Argos se levantaba un monumento a unos y
otros con no menos de 15 figuras de las que bien pudieron formar parte los
bronces de Riace. El mismo Moreno, tras los análisis realizados a la tierra de fundición
encontrada en el interior de las estatuas, la del bronce B procedente de Atenas
y la del bronce A de la llanura de Argos, sugiere que el autor del bronce B
sería Alcamenes, un broncista procedente de Lemnos que consiguió la ciudadanía
ateniense gracias a sus admiradas dotes artísticas, y el del bronce A, Ageladas
de Argos, que sabemos había realizado diversas estatuas de atletas vencedores
en los santuarios de Olimpia y Delfos.
Asimismo debe
tenerse en cuenta la hipótesis de Daniele Castrizio que identifica los bronces
con Eteocles y Polinices, cuyo autor será Pitágoras de Regio de quien Plinio el
Viejo (Nat.His, XXXIV 59) dice que era capaz de representar como ningún otro
los rizos de las barbas y los cabellos y por hacer respira las estatuas, así como representar perfectamente la anatomía de los vasos sanguíneos.
Fig
9: Lugar del hallazgo y su relación con las principales colonias griegas en el
sur de Italia y Sicilia.
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Daniele Castrizio, I Bronzi di Riace. Ipotesi
ricostruttiva, 2000, Iriti, Reggio Calabria,
miércoles, 20 de junio de 2012
martes, 10 de abril de 2012
Exposición maquetas 1ºESO A/B
Hasta el 16 de abril se mantendrá la exposición de maquetas realizadas por los alumnos de 1ºESO A/ B |
viernes, 16 de marzo de 2012
martes, 13 de marzo de 2012
SANTA SOFÍA DE CONSTANTINOPLA (3D)
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domingo, 19 de febrero de 2012
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